El hermano Raúl Capitán miembro de la comunidad urbana Monguell Mammuell, Río
Negro e integrante del Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas
Codeci, da a conocer una reflexión respecto al año nuevo Mapuche.
El Wiñoy Tripantu es el término que distingue a un
momento de gran importancia tempo – espacial. Es un conjunto de cambios
en la naturaleza en el hemisferio sur durante los días 21 al 24 de junio
de cada año (solsticio de invierno).
Fecha de la noche más larga del año cuando el sol
vuelve a este punto de la tierra, lo cual señala el término de un ciclo
de tiempo con sus respectivas etapas y el reinicio de uno nuevo.
Es el año nuevo natural en nuestra tierra, sucede
en este punto específico del planeta, se distingue del resto y alcanza
al conjunto de los elementos físicos biológicos que aquí existen.
Por ser parte de ellos los Mapuche lo expresamos
culturalmente a través de grandes preparativos de ceremonias sagradas
familiares y comunitarias. Gguillan mawn, witratripan, katan kahuin;
estas reuniones sagradas y festivas más otras importantes actividades de
nuestra cosmovisión se relacionan estrechamente a la vitalidad del
ciclo que reinicia todo el Wall Mapu (espacio físico territorial y su
entorno cosmográfico).
En el territorio ancestral mapuche, tanto en el
Puel Mapu como en el Gullu Mapu, este acontecer se expresa de forma
diversa según la región: we tripantu (lo nuevo del año), wuzul tripantu
(momento de transformación del tiempo que culmina en el que comienza),
prapagnu (constelación que luego de perderse por algunos días, reaparece
en esta fecha señalando el año nuevo).
Para nosotros, el pueblo Mapuche, la importancia de
este momento se eleva a lo sagrado, pues como fuerza más de la
naturaleza, nos comprometemos con ella y nos disponemos física y
espiritualmente a reiniciar el nuevo ciclo de la vida en armonía junto a
las fuerzas naturales con las cuales componemos la diversidad necesaria
para la existencia equilibrada del todo en nuestra tierra.